lunes, 1 de marzo de 2010

LA VOLUNTAD DEL IMPERIO

Según las distintas necesidades históricas, los imperios han desarrollado una expansión violenta fuera del radio de su poder de influencia e incorporando en sus relaciones de dominación distintas formas de control y sometimiento. Es muy significativo como el concepto de imperialismo después de haber surgido con una connotación positiva ha ido adquiriendo velozmente un significado negativo, interrumpiendo de esta forma una tradición histórica en la que la expresión Imperio, de la que se deriva la de Imperialismo, tenía también un significado positivo, entendiéndose como sinónimo de paz internacional. Nada más alejado de esta interpretación, es la voluntad Imperial que ha decidido continuar el gobierno de Obama. La ratificación de la “guerra infinita” contra el “terrorismo internacional” inspirada en el potencial “choque de civilizaciones” instauró una estrategia de balcanización étnica religiosa contra todos los países musulmanes díscolos.
A más de dos meses del resonante aumento de tropas en la región Afgano-Paquistaní las reacciones en Asia Central y Medio Oriente no se han hecho esperar. La propagación de la desestabilización Inter étnica en esta región se expresa en la irrupción de los atentados y los centenares de victimas civiles que se cuentan a diario. En Irak la proximidad de las elecciones ha excitado la reacción violenta de la minoría sunnita en rechazo a un casi seguro triunfo de la coalición gobernante chiíta-kurda, el propio Primer Ministro Nuri Maliki no descarta más hechos de violencia en vísperas electorales. Además, el corto circuito diplomático por el campo petrolero de Faka en el límite entre Irán e Irak dejó una crisis latente entre estos dos países que en la década del ochenta protagonizaron una sangrienta guerra que costó medio millón de vidas. La Inclusión de Yemen en la supuesta lucha contra el terrorismo con el inagotado pretexto de los fantasmas de Al Qaeda demuestran una clara voluntad del Imperio de expandir el conflicto a todos los rincones donde no halla musulmanes moderados. La presencia de la minoría Chiita Houtis, reprimida por el gobierno de Ali Abdullah Saleh, bastó para considerar al país árabe más pobre de la región en una nueva amenaza para la seguridad internacional.
La compleja combinación en Afganistán entre los intereses de la etnia Pashtun y los Talibanes, se ha tragado las fronteras con su vecino Pakistán y ha convulsionando regiones enteras como el Waziristan, Nuristán o la pequeña región vinculada al trafico de opio de Marjeh. La Operación bautizada Moshtarak (juntos) por las tropas Aliadas en la provincia de Helmand (reducto sureño talibán) es presentada a la opinión pública como el primer gran triunfo de Obama y las fuerzas occidentales. Pero éste ampuloso triunfo bélico soslaya la posibilidad real que tienen tanto el ejército afgano como las fuerzas extranjeras de controlar y resguardar dicha región sin desestabilizar el territorio fronterizo del Baluchistán pakistaní. La profundización de los conflictos étnicos parten por un lado, de la interpretación de considerar a la etnia Pashtun como una minoría que puede ser sometida fácilmente por las etnias provenientes del norte, Tayicos, Hazara, Uzbecos y Turcomanos, solo basta ver el Films de Marc Forster “Cometas en el cielo” para darse cuenta la fuerte identidad nacional que ha asumido y estructurado la etnia Pashtun en la sociedad afgana, por otro lado, la idea de seguir sosteniendo a los corruptos e impopulares gobiernos de Kabul e Islamabad presagian un súbito final para los mandatarios Karzai y Zardari.
Los intereses de la industria militar y las empresas energéticas, no tienen el mínimo interés en generar las condiciones sociales para lograr una estabilidad política que permita a los distintos pueblos que cubren el Asia Central y Medio Oriente disponer libremente de sus recursos soberanos como el gas y el petróleo. Por el contrario, la estrategia de exportar la desestabilización étnica religiosa es congruente con la tarea de obstruir el proceso de paz entre palestinos e Israelíes, ¿alguien se acuerda que la Hoja de Ruta establecía la creación del Estado Palestino para el 2005? La política del Gobierno Israelí de no detener los asentamientos judíos en Cisjordania, como cualquier intervención militar similar a la ocurrida hace un año en Gaza, cuentan con el apoyo manifiesto que los Estados Unidos consienten a la lucha contra el terrorismo internacional y subordinan todos los esfuerzos por lograr una paz estable y duradera en la región.
La voluntad del Imperio sigue siendo cubrir la media luna que abarca desde Oriente Próximo hasta el este de Asia. El nombramiento de Philip Goldberg, expulsado de Bolivia por el presidente Evo Morales, como Subsecretario Adjunto para Asuntos de Inteligencia del Departamento de Estado, corrobora la estrategia imperial de balcanización en el nuevo siglo. Si el pretexto del comunismo sirvió para intervenir promoviendo brutales dictaduras en distintos puntos del planeta, en el siglo XXI, la desestabilización interétnica es la estrategia de la guerra infinita en los países musulmanes no subordinados a los intereses imperiales.
En America Latina, el devastador accionar de los narcos es el pretexto para auxiliar a los “Estados Fallidos” que sufren de manera endémica la desintegración social y política. El Plan Colombia y el Plan Mérida son un fiel prototipo de la voluntad imperial para la región. La conflictividad recurrente y la dependencia de los suministros (armas, logística y dinero) para erradicar el narcotráfico entran en un juego perverso que nunca llega a su fin.
La paz y la estabilidad no se verán ni en Medio Oriente ni en el Asia Central ni en el Cuerno de África, mientras la política exterior de los Estados Unidos este auspiciada por el credo del Choque de Civilizaciones y la guerra infinita contra el terrorismo internacional.







El Samurai del Oeste

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